viernes, 22 de enero de 2016

Hector Lavoe

El Cantante

Héctor Juan Pérez Martínez (Machuelo AbajoPonce30 de septiembre de 1946 - QueensNueva York29 de junio de 1993),4más conocido como Héctor Lavoe, fue un cantante de salsa puertorriqueño, cuya personalidad, estilo y cualidades de su voz lo llevaron a una exitosa carrera artística en todo el ámbito de la música latina y salsera durante los años 1970 y 1980.
La limpieza y brillo de su voz aunada a una dicción impecable y la cualidad para cantar fraseos extensos y rápidos con total naturalidad, lo hicieron uno de los cantantes favoritos del público latino.

Biografía

Infancia e inicios

Héctor Juan Pérez Martínez (uno de ocho hijos), nació en el seno de una familia humilde en Ponce (Puerto Rico). Era hijo de Francisca Martínez (Panchita) y de Luis Pérez (Lucho). A los tres años de edad perdió a su madre, lo cual sería el primero de muchos golpes en la vida del cantante. Su padre, quien tocaba la guitarra con tríos y orquestas locales dio instrucción musical a su hijo, y lo matriculó en la Escuela de Música Juan Morel Campos; tenía el sueño de ver a Héctor convertido en un gran saxofonista. Aunque Lavoe aprendió los fundamentos de música, pronto perdió interés en el instrumento. Sentía que lo suyo era cantar.
Cuando era joven, Héctor pasó gran parte de su tiempo escuchando música jíbara y popular. Sus cantantes favoritos eranChuito El de BayamónOdilio González, Roberto Faz y Daniel Santos, cuyas voces y estilos imitó. Otros cantantes que influyeron enormemente en Héctor fueron: Cheo FelicianoIsmael Rivera, y la clara voz de Ismael Quintana.
A la edad de 14 años, era el cantante en una banda en Puerto Rico. Le pagaban dieciocho dólares por noche, lo que en 1960 era un buen sueldo para un joven.5
Héctor soñaba con cantar en Nueva York y hacer fama y fortuna. Su padre estaba totalmente en contra de la idea, porque el hermano mayor de Héctor había emigrado hacia allá y murió en un accidente. Contra los deseos de su padre, Héctor llegó a Nueva York el 3 de mayo de 1963 a la edad de 16 años. Se mudó con su hermana mayor Priscilla. Su primera impresión de la ciudad, la cual consideraba como un lugar espléndido en la Tierra, fue decepcionante, al ver en la parte latina los edificios descuidados y las calles llenas de basura.
Sus primeros trabajos después de su llegada fueron como pintor, maletero, mensajero y conserje. Su amigo de la infancia, Roberto García, que vivía en Nueva York, lo invitó a asistir a un ensayo de un sexteto que se estaba formando. El vocalista cantaba «Tus ojos» y no estaba haciendo un buen trabajo, así que Héctor le sugirió que lo intentara de otra manera. Héctor cantó la melodía para que el cantante pudiera hacer los ajustes necesarios y la banda lo asimiló inmediatamente como su cantante principal.5
Más tarde se conectó con Russell Cohen, director de la New Yorker Band con la cual en 1965 grabó su primer sencillo de 45 rpm: «Está de bala». Comenzó a tocar con bandas como la de Francisco Bastar Kako y sus All Stars, a través del cual conoció a su padrino artístico Johnny Pacheco, que inmediatamente reconoció su talento artístico y, poco después se lo recomienda a Willie Colón para la grabación de su primer disco El malo (1967).5

Etapa como cantante de la orquesta de Willie Colón (1967-1974)

Desde sus inicios en la música, Héctor Lavoe grabó un total de once discos al lado de Willie Colón, incluyendo los dos últimos álbumes, The Good, The Bad, And The Ugly(1975) y Vigilante (1983).
Willie Colón era un músico joven que estaba tocando jazz latino y boogaloo. En 1967 tenía listo la mitad de su primer álbum para el sello Fania Records y a Johnny Pacheco no le gustó el cantante de esa orquesta y propuso a Héctor Lavoe para que lo sustituyera. Para aquel entonces Colón era considerado un joven músico de propuestas interesantes pero con mal sonido. Pacheco ya estaba al tanto de la voz de Héctor, su enunciación impecable y sus habilidades estilísticas.
En una de esas presentaciones que daba la orquesta de Willie en los locales latinos de Nueva York, se encontraba tocando The New Yorkers, la orquesta donde cantabaHéctor. Pacheco y Colón fueron a ofrecerle a Lavoe que terminara de grabar ese álbum, recibiendo una respuesta negativa en un primer momento aunque luego aceptaría concluir el LP.
Muchos años después Willie Colón comentó en una entrevista cómo fue que conoció a Héctor Lavoe.
“Cuando me ofrecieron grabar para el sello Fania, no lo creí. Cuando conocí a Johnny Pacheco, lo primero que me dijo fue: hay que buscarte un cantante... Yo en ese momento tocaba en el Club de la Legión Americana, en la 162 y Prospect Avenue, y en el piso de arriba, el Ponce Social Club, tocaba otra orquesta: The New Yorkers. Ellos tenían un cantante jovencito, jincho, feo y flaco. Se llamaba Héctor Juan Pérez Martínez. Fui con Pacheco a ofrecerle que grabara con nosotros ese primer disco. Para mí era duro, porque mi cantante llevaba años conmigo. Lo peor fue que Héctor me contestó bien guapetón: Yo no quiero grabar contigo, man... Ustedes están bien, bien flojos. ¿Por qué se negó? Con el tiempo me dijo, despechado, que fue porque en aquel momento no le había ofrecido entrar en la orquesta, sólo grabar. Héctor y yo entendimos que nuestro junte fue algo necesario y natural.

Willie Colón cuenta como conoció a Héctor Lavoe6

El Malo y The Hustler

En el verano de 1967 salió al mercado su primer trabajo discográfico llamado El Malo y en 1968 se edita The Hustler el segundo álbum de Lavoe. Para aquel entonces, Lavoe es el vínculo de la orquesta de Colón con lo caribeño y poseía una voz melodiosa de tenor pero áspera y con timbre nasal. Lavoe no cantaba en inglés por lo que Willie Colón decidió aprovechar el potencial que brindaba el cantante para decantarse definitivamente hacia la música latina afroantillana.7
Durante 1968 Lavoe inició una relación sentimental con Carmen Castro. Castro quedó embarazada, pero se negó a casarse con él porque lo consideraba un mujeriego. El primer hijo de Lavoe, José Alberto Pérez nació el 30 de octubre de 1968. Cuando José fue bautizado, Héctor recibió una llamada informándole de que Nilda Puchi Román (con quien también tuvo una relación) estaba embarazada. El segundo hijo de Héctor, Héctor Jr. nació el 25 de septiembre de 1969. Después de esto, la pareja se casó, y tras una petición de su esposa, Lavoe hubo de mantenerse alejado de su primer hijo y la madre de este.5

Guisando (Doing A Job)

En 1969 se edita Guisando, el primer disco en donde Lavoe comparte créditos con Colón y aparece en la portada. Guisando es el primer disco de salsa de la pareja donde los ritmos se acercan a la guaracha, el son, la guajira y el guaguancó con fusiones atrevidas e ingeniosas proponiendo un estilo agresivo e irreverente de hacer música. Destacan los temas «Guisando», «No me den candela» y «Te están buscando», con letras que abordan con humor historias de carteristas o ladrones que son perseguidos por la policía y temas universales como la envidia, la maldad, el chisme y la santería donde se siente los anhelos de felicidad de la diáspora boricua discriminada en la ciudad de New York.8

Cosa Nuestra (Our Thing)

La hegemonía de Willie Colón y Héctor Lavoe se consolidó a fines de 1969 con el lanzamiento de Cosa Nuestra cuyo título hace referencia a la expresión italiana «Cosa nostra» y sus implicaciones en el mundo de la mafia.
La pareja consolida con la portada del disco y las letras de las canciones su imagen de «chicos malos», a pesar de que nunca incitaron a la juventud a cometer delitos; simplemente realizaban pequeñas crónicas de la vida en los barrios y comunidades latinas de Nueva York. Los temas más destacados fueron: «Che Che Colé», «Te conozco», «Tú no puedes conmigo», «Sangrigorda» y «Ausencia» que fue uno de los boleros más radiados de la época. El éxito de este disco se afincó en un repertorio de carácter urbano y popular y en las vocalizaciones afinadas, sabrosas y sentimentales de Héctor Lavoe.
Héctor Lavoe buscaba darle a sus canciones el toque propio de su país natal, Puerto Rico, y lograr que se identificara con esta nueva música que estaba tocando, que ya era salsa, pero todavía no había sido bautizada como tal. Colón estaba ensayando una fusión entre múltiples ritmos afro-antillanos, junto con el jazz estadounidense en los acordes de los trombones. Todo esto le daba un toque bastante agresivo a sus composiciones, lo cual se complementaba perfectamente con el estilo de cantar de Lavoe, que era callejero y desafiante.

La Gran Fuga (The Big Break)

La carrera artística de Héctor Lavoe continuó con la publicación de su quinto trabajo con Colón lanzado al mercado en Octubre de 1970 bajo el título de La Gran Fuga o The Big Break, de donde se desprendió el inolvidable tema «Panameña» y donde Lavoe, en el «puente» de la canción, que se detiene por un instante, improvisa: «La salsa de Puerto Rico… El aguinaldo» y los trombones junto al sinuoso piano del profesor Joe Torres crean una explosión de sabor.9
Su éxito era tal que constantemente eran contratados por toda Latinoamérica para presentarse ante multitudes.

Asalto Navideño

Para 1970 esta amalgama entre música urbana, salsa y folklore cobra relevancia en el disco Asalto Navideño, grabado en la primera semana de diciembre de ese año con el objetivo de ser lanzado y promovido durante esa Navidad.10 Este LP evoca el sentir religioso y patriótico de las fiestas navideñas, combinado con el efecto de la parranda de ir de casa en casa con cánticos.11
En este álbum el maestro Yomo Toro hace alardes de su virtuosismo dando un aire puertorriqueño a gran parte de los temas. La canción más popular de este disco fue «La murga», con su contagioso ritmo y la potente y afinada voz de Héctor, que comienza hacer gala de soneos e improvisaciones inolvidables cuando en el solo de trombón dice: «Guapea Willie Colón… El diablo».
El éxito de estos álbumes transformó significativamente las vidas tanto de Colón y de Lavoe. La banda de Colón ofreció un crudo y agresivo sonido de trombones que fue bien recibido por los fanáticos de la salsa y Lavoe complementa el estilo con su voz articulada, talento para la improvisación y sentido del humor. Héctor recibió un reconocimiento inmediato, trabajo estable, y el dinero suficiente para proporcionarse un cómodo estilo de vida. De acuerdo a Lavoe, todo pasó tan rápido que no sabía cómo lidiar con el éxito repentino.
El año 1971 significó una serie de presentaciones en donde la voz y carisma de Lavoe atraían público al igual que los trombones de Colón, que se volvió uno de los instrumentos más típico de la salsa, algo que funcionó muy bien para este binomio salsero. Sin embargo, Lavoe comenzó a consumir drogas, a llegar tarde a los conciertos y a llevar una vida de excesos que comenzó a hacer mella en su indiscutible talento.
Desde su época con Willie Colón, Lavoe se hizo adicto a las drogas y comenzó a incumplir sus compromisos artísticos por lo que tuvo que someterse a varias rehabilitaciones.[cita requerida]

El Juicio

Luego de seis producciones para el sello Fania y con una propuesta musical en plena evolución, Lavoe junto a Colón lanzó al mercado El juicio (1972). El álbum cosechó éxitos inmediatos tales como: «Piraña» del Tite Curet Alonso, donde Lavoe despliega todo su potencial vocal y estilo lleno de frases populares con doble sentido, que muestran el carácter pendenciero que caracterizó al cantante en varios pasajes de su vida. Otros temas destacados fueron «Soñando despierto» y el bolero «Seguiré sin ti» que Lavoe canta con una forma vocal retardada con un estilo entre apasionado y sentimental. En el número de apertura Ah, Ah/O-No la voz de Héctor es evasiva y traviesa demostrando su juego vocal de palabras y astucia rítmica.12

Asalto Navideño, Vol. 2

En 1973 se lanzó al mercado Asalto Navideño, Vol. 2, álbum que si bien no tuvo la misma acogida del primer volúmen pudo vender muchos ejemplares, acá volvió a participar Yomo Toro en el cuatro. Algunos temas destacados son «La Banda», «Pescao (Potpurrí Sambao)», «Arbolito» y «Pa´ los Pueblos», por mencionar algunos.

Lo Mato "Si No Compra Este LP"Lo Mato (1973) fue el trabajo culminante de la trayectoria artística de la pareja cuando ambos se encontraban en la plenitud de sus facultades creativas. Willie Colón compone algunas de las mejores canciones de su carrera. Temas como «El día de suerte», «Todo tiene su final» y «Calle luna calle sol», son referencia obligada en el repertorio del cancionero musical salsero, engalanadas por la voz de Héctor llena de alma y poesía, demostrando su impecable fraseo y contagioso sentido del humor. Este álbum cuenta la historia de dos jóvenes artistas que estaban más que preparados para conquistar el mundo musical.

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